30 enero 2007

Héctor Cabrera: Rosario

Les juro que no pensaba dedicarme hoy a esto.
Ando de trasnocho en trasnocho porque debo escribir un libro por encargo y tres o cuatro más porque me los debo. Estoy ocupado. Contra el reloj, bajo presión, metido hasta las cejas en unas historias ciudadanas. De pronto el reproductor me tiende una emboscada y de allí surge, gigantesca e inevitable como esos monstruos amables del pasado, una de las voces masculinas más cálidas de Venezuela en todas las épocas. Era tan maravilloso su modular que los argentinos creían que había nacido allá. Nada, perdonen los argentinos el sarcasmo. Es hora de relajarse un poco. Héctor Cabrera murió hace unos pocos años, pero ha regresado esta noche para apartarme unos minutos del cochino trabajo.
Quien no lo haya escuchado nunca hágalo ahora, vale la pena. Quien sí sabe de qué se trata esto de Rosario, toda la luz del mundo / parece / que se fundiera en ti..., pulse allí abajo y escúchelo otra vez. Ojalá sea de madrugada allá donde ustedes están, quienes quiera que sean, cuando se topen con esta pieza. El encanto recrudece, no sé exactamente por qué, cuando las ciudades están dormidas.

29 enero 2007

Yuri: La maldita primavera

Es mexicana y se llama Yuri Gonzaga, pero, como suele ocurrir con ciertos artistas del espectáculo mediático, algún mánager la convenció de que con ese nombre no iba a llegar a ninguna parte y entonces la promocionó como Yuri.
En Venezuela la vimos cantando en esa clase de programas diseñados para convertir a la gente en estúpida (o para atraer gente que ya estuviera estupidizada antes) pero vaya que tenía buena voz (y también buena pinta) la muchacha.
Esta es una de las canciones que la hicieron popular, pero es una versión de la original, interpretada por la italiana Loretta Goggi. Esta se titula Maledetta Primavera y quedó en tercer lugar en el Festival de San Remo en 1982. No vayan a creer que yo bajé esta información de internet, específicamente de Google. No señor. No soportaría que alguno de ustedes pusiera en duda mis profundos conocimientos musicales. Mi curtura.
La amiga María Enith Díaz me envió hace varias semanas esta canción en mp3, pero preferí subir el video que encontré en Youtube. Gracias a la amiga de todas formas.

28 enero 2007

Marlene: Ámame

Hace un par de meses me solicitaron esta canción, pero no recuerdo quién. Me disculpa el (la) usuari@ que lo hizo, y por favor entienda: un sujeto que se ha dedicado a hacer estos ejercicios de memoria es porque está definitivamente al borde del Alzheimer. La pieza se titula Ámame, aunque algunos traductores y lingüistas paraguayos, como por ejemplo Dimas Raúl, han descubierto que el estribillo realmente dice:

Ja
Ja
Ja
Maméeee

Lo cual no revela nada malo de la cantante pero sí de los lingüistas.
Marlene (ya antes coloqué una canción de ella en este blog) es una cantante venezolana que consiguió algo bastante inusual: grabó un disco, pegó casi todas las canciones y desapareció. "Desaparecer" significa, en el léxico de los cantantes y estrellas de la farándula, dedicarse a hacer y cuidar hijos, aparte de otros detalles que no vienen al caso, entre otras cosas porque no los conozco (hay una biografía disponible; es muy cursi pero dice lo esencial. Léanla aquí).
Recuerdo de ella la calidez de morena energizante y una boca enorme cuyas múltiples aplicaciones era fácil aderezarlas con fantasía. Esto, aparte de sus notables condiciones vocales; fíjense, al escuchar esta pequeña joya baladística, en su despliegue de potencia, sobre todo a partir de los 2 minutos 10 segundos, cuando se pone creativa y empieza a modular, y a removerle a uno las fantasías de las que hablábamos hace un momento (mierda, hay que ver que uno es enfermo).
En cuanto a su boca, y perdonen la insistencia en el tema, la tipa salía en la portada del disco haciendo un gesto así apuntando con los labios, como quien comienza a besar, y decían al respecto las malas lenguas que había posado así para que la boca no se le viera tan grande (ver foto, arriba a la izquierda). Qué envidia, Dios mío. No entiendo por qué las mujeres no se soportan.
Va entonces la canción.

21 enero 2007

Raphael: El Gondolero, Llorona, En carne viva

Usted, amigo contemporáneo, seguramente es de los que hoy se escandalizan a causa del reggaetón y los efectos perniciosos que ese sub género pudiera causar en la juventud (o que ya los causó, pues ya el reggaetón es pasado). Pues bien, trasládese a los años 70 y diga, honestamente, si no escuchó ese mismo discurso de sus padres y abuelos en presencia de cantantes tan inocuos o poco cercanos a la idea de perversión como Trino Mora, Sandro y este señor, Raphael. Eso mismo que usted opina del perreo como despliegue rotundo de sensualidad opinó antes la gente mayor del bolero, la guaracha, el merengue, una cosa efímera que llamaban lambada e incluso hasta el vals. Así como lo lee: en círculos muy puritanos, ese balancearse con una dama embutida en sedas al compás de las vergas que tocaba Johan Strauss era asunto pecaminoso, socialmente incorrecto. ¿Danubio Azul? Horror: aquellas filigranas que hoy nos parecen tan estúpidas y de un arcaísmo insoportable, eran a los viejos de muchas latitudes lo que hoy es el sandungueo a muchos viejos y no tan viejos.
Y, ¿a qué viene todo este sermón? No lo sé, en realidad. Debe ser que recordé las madres que mentaban mis viejos porque Raphael, ese ícono de la cultura massmediática española, era querido y aplaudido a rabiar en todo el mundo, a pesar de cierta gestualidad que lo hacía un mal ejemplo para los niños, sospechoso según los cánones de la época. Bueno, según los cánones actuales también.
Por lo demás, es verdad al lado de Sandro, Raphael se veía como todo un modoso y respetable gentleman, peeero...

El caso es que, digan lo que digan los viejos de antes y los jóvenes de ahora, ahí van tres clásicos del amigo Raphael: El Gondolero y Llorona, en audio, y un video reciente donde canta En carne viva. De todas ellas, la primera me resulta particularmente "fuerte", por evocativa. Y eso que en mi natal Carora no había góndolas.




Chiquetete: Esta cobardía de mi amor por ella

Caramba, caramba. Ni siquiera sabemos por dónde entrarle en son de chiste al Chiquetete.
Bueno, en fin. Asumamos que el chiste no está en contarlo sino en verlo y escucharlo. Por favor, me perdonan (o me agradecen) la mala calidad del sonido. Pero a final de cuentas es él, Chiquetete, el mismísimo José Antonio Cortés Pantoja, caballero muy respetado en los ámbitos del cante jondo (pero una vez ubicado en la balada, pues...) y está recién subido a Youtube.


16 enero 2007

Pimpinela: Por qué no puedo ser feliz // Las 4 Monedas: Ritmo del Alma

Hace unos meses me pidieron canciones de estos grupos; procedo a complacer a los usuarios solicitantes, a ver si intento ponerme al día. Será difícil. Precisamente por ello esto tiene sabor.
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María Graciela y Joaquín Galán son hermanos. Tal vez para ocultar su parentesco la mujer se cambió el nombre: Lucía, se hacía llamar. Ambos conformaron un dúo (vaya descubrimiento: un dúo de dos) llamado en todo el mundo Pimpinela.
Melodramáticos y argentinos, fueron tan exitosos en su momento que en Venezuela les salió un clon (Escarlata) que les plagiaba sin misericordia sus canciones y su estilo. Los venezolanos compraron los discos de estos clones, pero había algo que no encajaba, un elemento perverso que el grupo venezolano no podía superar: éstos eran marido y mujer, así que aquellas coreografías de espalda contra espalda y aquel cantar casi con los labios o los micrófonos rozándose en escena sólo alcanzaba categoría de escándalo con Pimpinela; el otro grupo, Escarlata, no pasaba de ser una escena aburrida entre esposos (como todas las escenas matrimoniales, a menos que incluyan violencia y amenazas de muerte). De Pimpinela les traigo Por qué no puedo ser feliz.
La otra canción me la pidió el amigo Darío Montes desde Honduras, hace ya tiempo. Me perdona la tardanza, compa, pero aquí se la traigo: Ritmo del alma, con Las 4 Monedas. Otras canciones de Las 4 Monedas, en este enlace, y en este.


15 enero 2007

Este blog, Blogger Beta, etiquetas y nacionalidades

Seguramente ya notaron los cambios de apariencia y quizá también una nueva sección, aquí en la columna de la derecha. Es que los dueños de este negocio (Blogger, se llaman) nos hicieron migrar hacia una fase "beta", que viene a ser más o menos lo mismo que la anterior, con única la diferencia de que ahora todo será más fácil para ustedes (los visitantes y usuarios del blog) pero más complicado para nosotros (me refiero a los moderadores de blogs en general, y no sólo de este).
En fin. Habrán notado la súbita aparición de una columna cuyo título anuncia:
  • Archivo por países (etiquetas)
En ella usted puede buscar la nacionalidad del cantante o ex cantante que le trae recuerdos, o meterse en cualquier país a curiosear y encontrarse con que aquel ídolo de su juventud que usted siempre creyó paraguayo es en realidad filipino. Pongamos como ejemplo concreto el caso de Jeannette. Seguramente usted piensa o llegó a pensar que esa muchacha era estúpida o imbécil. Pues no: busque en el archivo y se encontrará con que ella en realidad es inglesa, de allá del Reino Unido.
El otro archivo, el cronológico, puede desplegarlo y consultarlo haciendo clic en la ventanita donde se lee eso, Archivo.
Debo confesarles algo, y aprovechar para solicitarles ayuda (cosa que, por lo demás, hago con alguna frecuencia): sucede que hay autores e intérpretes, incluidos ya con sus canciones en este blog, cuya nacionalidad ignoro. Al principio de la lista esa, "Archivo por países", verán un letrero muy brusco, poco elegante y nada original que ruega:
  • -Ayúdenme con la nacionalidad de estos
Lo cual es una invitación para que, por favor, ustedes se metan allí y nos informen a los demás de qué país provienen estos señores tipo Tony Roland, King Clave y demás.
Bueno, dale. Ya vienen más canciones.

14 enero 2007

Las Trillizas de Oro: Estoy bailando

Nuevamente los usuarios de este blog toman la batuta (y de qué manera, compadres). Esta vez, desde Buenos Aires, María Carbonell escuchó mi clamor solicitante de alguna canción de Las Trillizas de Oro, aquellas adolescentes que nos enamoraron hace más de treinta años (estaban buenísimas esas niñas) y que nos hicieron odiar a Julio Iglesias (debido a las cosas, seguramente sin base real, que se decían de ellos cuatro y tal) y me lo envió todo: una canción, información sobre las chicas, fotografías y videos. Si yo fuera creyente de alguna religión y hubiera rogado con más ahínco tal vez María me hubiera enviado a las rubias en persona.
Dice el texto informativo que me envía la amiga argentina:
"...fueron descubiertas a los 4 años por un productor y autor de Argentina, Ben Molar, y comenzaron a cantar y actuar en televisión por muchos años. Hicieron muchos programas, especialmente para niños, y grabaron varios discos LP. LLegada su juventud acompañaron a Julio Iglesias haciéndole los coros durante algunos años. Las tres se casaron con polistas de rancias familias del país y tienen varios hijos cada una. Sus nombres son María Emilia, María Eugenia y María Laura".
Sin más, aparte de las gracias a María Carbonell, ahí les mando el enlace para que escuchen o bajen la canción, y más abajo los videos:


11 enero 2007

Los Cuatro de Chile: (Oración) Para que no me olvides

Gabriela Ibarra, ama de casa y de nuestro pana Jesús Arteaga, siempre me comenta cosas sobre este blog. Me consta lo amplio de su conocimiento de la materia (de esta rara materia llamada música vieja), y de su memoria. Pero nunca nos había hecho un aporte. Hace unas horas lo hizo: es este tubazo con fractura de cráneo de la cual hablaré abajo, antes de colocarla a disposición de ustedes.
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Según las más sesudas interpretaciones de nuestra historia musical hispanoamericana, el nombre del grupo Los Cuatro de Chile tiene su origen en el hecho de que sus integrantes eran cuatro, y además eran chilenos. Es lo que dicen las biografías y reseñas. Yo no invento historias en este blog.
Hay otras anécdotas o tanto o más interesantes que la anterior, como por ejemplo que ese grupo grabó la versión musical más conocida y hermosa del universalmente conocido poema de Oscar Castro Zúñiga, Oración para que no me olvides; hay quienes prescinden de la palabra Oración para referirse a la pieza.
Elio Roca grabó una versión abominable de la misma. O tal vez es buena, pero después de escuchar al cuarteto uno llega fácilmente a la conclusión: jamás nadie de ningún otro país le ganará a un chileno en eso de ponerse lánguido. Escuchen nomás la parte en que la mujer requiebra: "...y pintaré de azul los alelíes": por mi madre enferma que, al lado de ella, Elio Roca suena como un tractor tratando de imitar a una flauta.
Les decía que es universalmente conocido el poema, pero yo me enteré de ello hace apenas unos minutos. Así que si usted tampoco lo sabía no se preocupe, cuénteme entre sus colegas ignorantes.
Si usted nació y creció hablando y escuchando este idioma nuestro es absolutamente seguro que la escuchó alguna vez:

Yo me pondré a vivir en cada rosa
y en cada lirio que tus ojos miren
y en todo trino cantaré tu nombre
para que no me olvides
(...)
Yo pintaré de rosa el horizonte
y pintaré de azul los alelíes...

etcétera.

Otra anécdota, esta sí luctuosa y lamentable: uno de los integrantes de Los Cuatro de Chile, el actor Héctor Duvauchelle, murió asesinado en Caracas a principios de los años 80. Nuestras violentas urbes siempre tienen algo que decir contra el arte y la cultura.

Dice y suena así la canción:

09 enero 2007

Por un caminito... y voten por este blog

Ya antes habíamos colocado aquí un par de canciones de Leo Dan. Esta en particular la incluimos hoy a petición de un compa que soltó la carcajada al escucharla, luego de treinta y tantos años, y comentó que había que ser muy niño, sensiblero o gay para disfrutarla. Si esas son las únicas opciones disponibles, me anoto en la categoría sensiblero. Y vaya, que difícilmente hay alguien de mi edad en el mundo hispanoparlante que no la recuerde.

Post-data: en la columna de la derecha encontrarán un ícono que dice "Premios 20 blogs". Les informo que no se trata de un adorno, sino de una invitación para que voten por este blog (si les gusta su contenido, claro está) en el certamen que ha abierto la publicación española 20 Minutos. Es fácil: ustedes pulsan en el cuadro con el dibujo, se registran, votan por mí y yo me gano 3 mil euros, una estatuilla y un viaje España. Bueno, no funciona exactamente así, pero más o menos. Pueden votar varias veces, aunque creo que sólo una vez por día.

07 enero 2007

Complaciendo peticiones (X): Shikin Down y "Explótame..."

Raúl solicitó el 31 de diciembre una canción cuyo estribillo dice, al menos en su idioma materno, el guaraní:

Esplota esplota me espló
esplota esplota mi corazón...

La amiga María Rosa Carbonell le envió la canción hace unos días. Se titula en realidad En el amor todo es empezar, y en el pésimo italiano castellanizado de la cantante, Rafaella Carrá, la traducción dice:

Explota explota me expló
explota explota mi corazón...

(Otra canción de la Carrá en este mismo blog, en este enlace).

La otra que incluimos hoy es una que solicitó alguien hace cosa de un mes, también con su confusión idiomática incluida. El usuario la pidió así: "Duque, compláceme con el Chiquindaro". El Negro Artigas, experto traductor de lenguas muertas, coligió de ese fonema que se trataba del Shikin down de Víctor Jiménez (Venezuela, años 70 muy temprano). Quien haya nacido en este país puede imaginarse el terrible trance: un usuario pidió el Shikin down y Artigas se lo donó gustoso (aunque aclara que no es de él sino del amigo Jiménez).

Allí las tienen ambas:

02 enero 2007

Complaciendo peticiones (IX): Un, dos, tres y fuera

Nomás despuntar el 2007, una usuaria llamada Isa me solicitó algo de este grupo, una rareza más en el panorama musical venezolano. Estos compas se dedicaron, a finales de los 70, a promover un género musical autóctono de los Valles del Tuy (estado Miranda, en el centro de Venezuela) que no ha conseguido captar la aceptación masiva en ningún otro lugar del país, muy probablemente por prejuicios estéticos: esta música es de tierra profunda, y los hispanoamericanos nos han acostumbrado a identificarnos con sonidos más urbanos y cosmopolitas. La amiga Isa, en un gesto de honestidad, ha dicho: "Esta música aprendí a valorarla de adulta". Nos ha sucedido a todos (o a unos cuantos; queda quien sigue ignorando o detestando esta expresión musical).
El género se llama golpe tuyero, se interpreta con arpa, buche y maracas (el buche es la zona del cuerpo desde donde sale voz del cantante: vayan ustedes a saber) y su sonoridad se presta fácilmente para un tratamiento humorístico, cosa que explotó muy bien el grupo Un, dos, tres y fuera sin necesidad de afectar la dignidad del género, pero sí agregándole a sus canciones (versiones de golpes tuyeros auténticos) unos instrumentos ajenos al mismo.
Van dos de sus canciones más conocidas: