26 febrero 2007

Silvestre: Ana, yo no soy tu príncipe azul

Esta es la increíble y triste historia de un sujeto muy engreído que con sólo mirarle los ojos a una mujer ya sabe que la tipa se está derritiendo por él. En un alarde de modestia (vaya contradicción, ¿ah?) procede entonces a explicarle a ella que, a pesar de su belleza, su aplomo y su charm, él no es un superhéroe ni el protagonista de una película sobre batallas medievales, sino simplemente un hombre. En serio, nena, me puyas y sangro.
En Venezuela, donde la televisión es sinónimo de melodrama, alguien decidió que eso era un tema propicio para una telenovela, y listo: la pieza se convirtió en emblema del llanto barato en los años 80.
No sé cuál es la nacionalidad del galán (*); infórmenmelo ustedes, estimados lectores. Hay un país en el mundo cuyos connacionales merecen saber que tienen por compatriota a semejante self made man, tamaño adalid de la seducción y el caradurismo.
El bicho se llama Silvestre. La chica se llama Ana. Y la canción, cortesía de Luis Guerrero, dice:

(*)= Ya me lo contaron en la sección Comentarios. El amigo es argentino. Gracias a ustedes. Por informarme la nacionalidad, quiero decir; no "gracias a ustedes el cantante es argentino".

19 febrero 2007

Grupo C: Quiero escribir tu nombre

Esta es de 1971. La hicieron sonar hasta en la sopa unos caballeros autodenominados Grupo C, y su cantante era Eddie Castro.
Eran rockeros estos amigos, pero ellos no tenían la culpa. Eran jóvenes. Eran músicos. Tampoco tenían la culpa de parecerse lejanamente a Los Ángeles Negros a causa del órgano o teclado que incluyeron en su parafernalia.
No tengo muchas otras cosas que decir sobre ellos sino que sonaron mucho en la radio. Así que va la canción, sin más trámite.

18 febrero 2007

Los Payos: María Isabel

Hoy es 18 de febrero. Faltan algo así como cuatro meses y unos pocos días para que comience el verano, al menos allá en los países donde esa cosa existe. Por ejemplo, España. Nos parece entonces que es una maravillosa ocasión para recordar a uno de los grupos más (guao, yeah, zámpale, váyalo) de la canción de verano en ese país: Los Payos. Caballeros que pegaron del techo en todas las emisoras del universo mundo un hit titulado María Isabel, cuya estrofa más memorable era aquella:

Coge tu sombrero y ponteló
vamos a la playa, calienta el sol...

Composición excelsa a pesar de la trampa que hizo el compositor para que la palabra final del primer verso (póntelo) rimara artificialmente y a la brava con el final de la segunda (el sol).
Jode un poco también el entendimiento esa orden, invitación o convocatoria del cantante a la chica: "vamos a la playa, calienta el sol", pues ve a saber tú qué gigantesco horno microondas, antorcha descomunal o soplete hay que tener para calentar al astro rey.
Con todo y sus defectos, esos versos resultan definitivamente más entendibles que el estribillo (Chiriviriví / popó pom-pom...) a pesar de que aquí en Venezuela hay un pueblo y una playa que tienen un nombre parecido a lo primero: Chichiriviche, estado Falcón. Lugar donde, por cierto, usted puede ir a la playa en cualquier época del año porque aquello es un solazo, unas mulatas fastuosas y semidesnudas y una ardentía de 30 grados más o menos hasta las once de la noche. Esto último fue una exageración, y el enlace a la foto tiene por objeto producirles envidia a quienes anden por ahí a estas alturas del año congelándose y chapoteando en la nieve sin que sea navidad.
Gracias al hermano usuario Luis Guerrero por enviarme esta tronco de pieza.

11 febrero 2007

Juan Pardo: No me hables

Al menos en Venezuela, la canción más conocida de Juan Pardo fue aquella Mi Guitarra que una vez subimos en este blog. Gabriela Ibarra me envió esta otra del mismo caballero, también muy conocida y celebrada en su momento. La canción, no Gabriela.
Va, sin más comentarios porque ando mal de la creatividad, de la concentración y de tiempo:

04 febrero 2007

¿De qué color es la piel de Dios? ¿Ah?

Un nuevo rastreador de canciones perdidas, usuario de este blog, ha saltado a la arena. Se llama Luis Guerrero, vive en La Victoria (Aragua, Venezuela) y vaya que tiene afinados los aparatos de detección de fósiles. Me envió unas diez canciones, todas para sorprenderse de cuántas melodías es capaz uno de olvidar por andar volviéndose adulto. Hoy traigo esta, De qué color es la piel de Dios, la cual trae consigo un doble enigma.
El primer enigma lo plantea el propio título de la canción, pero nadie está en la obligación de resolverlo (a menos que se lo soliciten en algún posgrado en Teología o en ingeniería genética). El otro enigma es ligeramente más fácil de resolver (*), y he aquí que pido ayuda nuevamente: no sabemos si el intérprete de la canción es el grupo Viva la Gente, otro que se llama La misma Gente o un venezolano de nombre Germán Freites, a quien se la escuché cantar hace tres décadas largas pero no recuerdo si aquella es esta misma versión que traigo ahora. A mí me suena igual, pero hay detalles que se deforman o se pierden luego de más de 30 años.

Va la canción. Se la regalo a todos ustedes. A cambio, les pido que me identifiquen al cantante o grupo que la interpreta.

(*)= Resuelto: es Germán Freytez. Gracias a los usuarios que investigaron sobre esta versión.

03 febrero 2007

Sheila: Los reyes magos

Estuve esperando a Los reyes magos durante unos buenos 34 años, más o menos. No sólo los 6 de enero sino en cualquier momento y en cualquier lugar. Tenía una pequeña dificultad la búsqueda: no sabía cómo se llamaba la canción, ni quién la cantaba. Mi memoria sólo me traía una voz dulce que decía:

Como los reyes
en Galilea
siguieron la estrella del pastor...

Cada vez que le preguntaba a alguien que se me antojaba entendido en la materia obtenía una versión distinta: me llegaron a decir que era de Las Trillizas de Oro, de Martinha, de Lupe y Polo, de Plácido Domingo. Hay cada especialista, mi hermano...
La semana pasada, un generoso usuario nombrado Ángel Abreu pulverizó el enigma y me envió la canción, junto con el dato que me faltaba: aquella intérprete de voz al mismo tiempo dulce y recia se llamaba (o se llama) Sheila, y es francesa.
Acá abajo les coloco el audio (para escuchar y bajar), y más abajo un video de 1972 donde aparece la tipa cantando la canción en francés.

Video: