22 diciembre 2007

Homenaje a Cheo García (y despedida temprana del 2007)

Ya en los dos diciembres anteriores (revisar y recordar aquí, y aquí) he abundado en el tema gaita zuliana y en el tema Billo's Caracas Boys. Los invito a recordar esos momentos, pulsando los enlaces que indico acá arriba. Pero también los invito a descubrir que en diciembre puedo volverme monotemático a mi manera: nada de San Nicolases ni arbolitos ni ná, pero vaya que insisto en homenajear al mayor guarachero del siglo XX, el inolvidable Cheo García.
A tal efecto, realicé una especie de microprograma vía Viaje a la Memoria (mi pobre podcast tantos meses abandonado). Quisiera que ustedes, hermanos de Venezuela y el mundo, recibieran este torpe esfuerzo como el único regalo que puedo darles, acá a la distancia, en la última entrega de este blog en el año. ¿Qué otra cosa esperaban de un venezolano desocupado? ¿Petróleo? ¿Un maletín lleno de dólares? Naaahh...
Acá abajo pueden oírlo, pues, por dos vías posibles: una, el reproductor de Boomp3.com; y otra, el podcast mencionado antes. Disfrútenlo o padézcanlo, y pásenla bien en las navidades o lo que sea que se celebre a finales de diciembre en su respectiva religión.

Opción 1:
pulse "Play" y escuche el armatoste de microprograma:


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Opción 2:

Haga "clic" en el nombre del episodio Homenaje a Cheo García. Luego escucha los demás, si lo desea. De momento, oiga el cuento de Cheo:

Click here to get your own player.

11 diciembre 2007

Gino Paoli: Senza Fine

Esta la solicitó una usuaria de nombre Simone hace unas semanas; creo que en los comentarios de la canción Non si puó morire dentro. La encontró Marilín (Maigualida Rivas) en sus archivos y me la envió, para solaz y esparcimiento de los nostálgicos.
Ciertamente, la canción es italianamente triste y nostálgica. Uno se imagina atrapado en uno de esos cuadros horrendos llenos de flores, una casucha perdida en una sabana y un río artificial. Y unos pájaros, y una italiana escondida en la casucha, y una montaña al fondo, y quizá una carreta que se acerca a lo lejos, arrastrada por una mula, y un carretero más aburrido que la mula.
Demasiada tristeza junta. Estamos en diciembre. ¡Puaj!