31 agosto 2006

Drupi: Sereno / El Cuarto Parlamento: Pobrecito / Silvana Di Lorenzo: Palabras

A veces me asalta la impresión de que, más allá de las figuras más o menos obvias todavía sin incluir en este espacio, no quedan muchas más canciones de esas que sorprenden porque las teníamos guardadas en algún sótano del coñísimo, no en el recuerdo sino en el olvido. Pero siempre saltan liebres a la pista y los colaboradores espontáneos son una buena mina de descubrimientos. Aquí van tres enviadas por los más entusiastas.
Mario Pialli desengavetó una cosa titulada Sereno, otra más de esas cuyo título tal vez no dice mucho, pero cuando uno la escucha, en español o en italiano (esta es la original en italiano, del conjunto Drupi) automáticamente se encienden las alarmas de la memoria. Artigas, el Negro, envió otra de sus acostumbradas ruinas arqueológicas sonoras: Pobrecito, qcanción ue sólo ahora, treinta y tantos años después, vengo a enterarme de que la interpretaba un grupo llamado El Cuarto Parlamento. Y Luis Bascones entregó una de Silvana Di Lorenzo, posiblemente la cantante más desafinada de la historia de la música popular después de María Conchita Alonso: Palabras, palabras palabras. Digna de mención es la intervención de la voz masculina en esta pieza, un sujeto que comienza tratando de seducir a la mujer y al final sucumbre, presa de una desesperación horrible que lo lleva a implorarle a la sorda mujer que lo escuche.
Engalana esta selección Silvana Di Lorenzo, de quien tampoco se puede decir que sea hermosísima, pero al menos es mujer.


26 agosto 2006

Nuevos espacios, nuevas herramientas

Les decía hace poco que, buscándole salidas al portazo que me dio en la cara el inefable Castpost, comencé a interesarme en un asunto llamado Podcast. El resultado es que ya tengo dos: Viaje a la memoria (que viene a ser una forma de continuar este blog); y Periodista y Medio (donde comencé a publicar mis programas de los lunes en la emisora Libre Al Son del 23, 94.6 FM en Caracas. Acá hay mucha charla y poca música).
Me gusta el concepto podcast, ya que usted se suscribe a uno y los capítulos nuevos aparecen en su computadora, si tiene el programa llamado itunes. La desventaja es que quita tiempo y da trabajo, y yo soy de los que piensan que si el trabajo fuera bueno los ricos se lo hubesen quedado para ellos.
Seguí buscando a ver qué otras opciones encontraba y me topé con dos:
Vox, sin duda lo mejor que he encontrado, pues se trata de un instrumento ideal para levantar un blog multimedia: en una cuenta de Vox usted puede almacenar video, audio, texto, libros en pdf y fotografías. Da la impresión de que, si uno busca bien, hay también para almacenar ropa, agua, alimentos y cajas de cerveza. Muy recomendable, socios. Si resulta ser tan estable como parece me mudo en el acto del Blogger y elimino el montón de cuentas alternas sin el cual éste sería muy triste: que si Flickr, Youtube y demás estorbos.
Goear, un lugar para subir música muy eficiente para almacenar, pero un desastre para lo que me interesaba en principio, que era poder copiar allá el código de la canción y pegarlo aquí en el blog. Es también un campeón de la inestabilidad: ahora mismo está "caído". Seguiré usándolo de todas formas.

Me quiero casar contigo (ni idea de quién la canta)

Contra lo que pudiera revelar el signo de nuestras sociedades machistas, libertarias y desorganizadas, parece que a nosotros nos gusta más bien el matrimonio, o al menos la idea de proponérselo a la pareja. Pequeña demostración, la buena cantidad de canciones que se llaman así, sin más, Me quiero casar contigo. Suena a cosa insignificante, pero es cierto que la música arroja más luces sobre los impulsos atávicos de un colectivo humano que cualquier otro fenómeno cultural digno de estudio.
Dirán ustedes: "Oquei, comparemos la cantidad de canciones dedicadas al matrimonio con las que hablan de amantes, despechos, separaciones y demás rupturas". Pues también es verdad. Pero que tantos autores hayan escrito exactamente la misma frase, "Me quiero casar contigo", para titular a sus canciones, es sospechoso. Uno mete la frase en Google y saltan a la arena Roberto Carlos, un grupo de son cubano, uno de música norteña y hasta Juan Gabriel, amén de muchos más. Ésta versión que traigo hoy sonó mucho acá hace sus buenos 30 años, y no tengo la más meretriz idea de quién es su intérprete; dice la carátula del disco pirata de donde la copié que es de Roberto Livi, pero no tuve forma de confirmarlo. Les pido entonces, a quien pueda sacarme de la duda, que me maten la curiosidad.
De más está decir que la canción entra directo y sin escalas en el Campeonato Munidal de Cursilería; el aria femenina que le da entrada a la canción bastaría para darle el título.



Si no logra escucharla luego de pulsar play, puede hacerlo en este link:
http://www.goear.com/listen.php?v=4ef9f06

23 agosto 2006

Henry Salvat - Dulce de Coco / Punto Seis - Chiquilina

Bingo: encontramos otro sitio o herramienta para almacenar, administrar y utilizar sonidos en mp3. Se llama GoEar y es, en lo esencial, muy parecida a la que he venido usando aquí hasta ahora, la tal Castpost. Aquí abajo la estreno, la identificarán muy fácilmente. Ventaja importante de GoEar: parece que no tienes límites para subir canciones, pues las mismas no quedan almacenadas en un solo blog o en una cuenta, sino en un lugar compartido por miles o millones igual de ociosos que uno mismo, o tal vez peores, pero nunca tanto como el Negro Artigas.
Al igual que con Castpost, deben tenerle un poco de paciencia pues tarda unos segundos en cargar completamente. Recomendación para no iniciados: pulse Play y enseguida el símbolo de Pausa; espere un minutos, agregue agua y azúcar al gusto, agite y listo.
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Van las momias de hoy: una durísima candidata al Campeonato Mundial de Cursilería titulada Dulce de Coco, en la voz de un caballero de quien no sabemos nada desde hace largos años, y quien responde al nombre de Henry Salvat. La otra también será difícil de derrotar: se titula Chiquilina y pertenece a una orquesta llamada Punto Seis. Probablemente usted no la recuerde por su nombre, pero sí le revolverá cosas cuando escuche la inmortal estrofa inicial:

Yo soy tu romántico viajero
que te ama
que te aaamaaa...

A ambos (a Henry y a la orquesta) el túnel del tiempo me los trajo desde los años 70.

18 agosto 2006

Barracuda, El Puma, Los Renos y Son tus perjúmenes, mujé...

Apenas ahora me doy cuenta: poco a poco este blog va acercándose a un estadio ideal de democracia participativa. A varios oyentes les ha dado por zafarse de cierta condición sumisa y pasiva, consistente en escuchar sólo lo que al moderador del blog le da la gana de colocar en este espacio, y ahora envían las canciones que a ellos les gustan o le traen recuerdos. Ya veremos cómo hacer que ustedes entren no sólo a oír, sino a subir acá directamente las piezas que les suenen a época. Sería una forma muy hermosa de reconstruir entre todos determinados momentos del pasado.
Por lo pronto, mientras damos con la herramienta que hará eso posible, aquí les copio tres canciones, enviadas por Mario Pialli, Luis Bascones y el Negro José Luis Artigas (este último ya perpetró su invasión de este blog, irremediablemente). Pialli me regaló una que parece muy obvia pero definitivamente hacía falta en esta colección: El Hombre de la Cima, por El Puma, José Luis Rodríguez. El segundo sí desempolvó para nosotros una verdadera rareza, una joyita de colección que hace 30 años estuvo de moda: Barracuda, con Afric Simone, intérprete que cantaba (y se movía, según lo revela la fotografía, arriba a la izquierda) como si efectivamente lo estuviera mordiendo uno de esos animales marinos a los que se refiere la canción. El Negro, por su parte, me mandó una que le pedí que buscara en su cementerio particular de sonidos: Son tus perjúmenes, mujer, con Carlos Mejía Godoy y los de Palacagüina, orgullo de la música nicaragüense y de toda América Latina.
¿Y qué aportó a esta fiesta el moderador del blog? Una más bien fácil: Siempre te amaré, con Los Renos.

Suenan así:


El hombre de la Cima:


Siempre te amaré:

17 agosto 2006

Complaciendo peticiones (VI): Trino Mora y Oh Mami Blue

Ningún intérprete ha sido tan solicitado en este blog como Trino Mora. Es larga la lista de quienes lo pidieron, de modo que ya no puedo resistir más el acoso, sobre todo porque entre las firmantes de la petición se encuentra Morella, mi hermana (a quien recuerdo acongojada y adolescente en el 70 ó 71, rabiando y suspirando porque el destino no le había permitido conocer de cerca al cantante). El tipo fue la figura más descollante de aquel firmamento rockero venezolano, y quizá también el símbolo sexual masculino más codiciado por las nenas en ese tiempo. Lo que el amigo hizo con su figura y con su cara (es decir, con el sustento del presunto carisma sexual que lo acompañaba) cuando decayó su fama, es otra historia. Pero ciertamente es de los venezolanos más relevantes de aquella especie de rock-pop-balada que tan buenos recuerdos le endosó a aquella generación. De Trino Mora les regalo aquí dos de sus clásicos: Libera tu Mente y Mi Corazón.
La otra complacencia es una canción versionada por los Latin Pop Tops, del marroquí Ray Gómez. Todo el que haya encendido alguna vez la radio a finales de los 70 tuvo que haberla escuchado; se llama Oh Mami Blue y la original le pertenece a un grupo llamado Les Humphries Singers. El Negro Artigas (quien, por cierto, se ha animado y acaba de lanzar a la web su podcast, La Merienda del Negro, ampliamente recomendable) me envió ambas; uno las escucha y resulta realmente difícil precisar cuál de las dos es peor. Esta va directo al Campeonato Mundial de Cursilería, que continúa en este blog. Aquí va de todos modos, pues Nostalgia y Willy la solicitaron con bastante fervor.

Libera tu Mente:


Mami Blue:



Mi Corazón:

09 agosto 2006

Luis Gerardo Tovar - Santo Domingo / Desiderata

Listo, ya sé comprimir archivos mp3. El Audacity resultó ser la herramienta más adecuada para tal fin. Es verdad que pierden calidad los archivos. Pero en ciertos casos, como estos que presento aquí abajo, eso es lo de menos: hay piezas cuya calidad seguirá estando a nivel de pozo séptico así los ángeles o los fabricantes de las trompetas de Jericó se inventen un descompresor celestial.
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Hace unas semanas el amigo Pialli, y antes que él Martha Beatriz, me decían que Luis Gerardo Tovar, declamador insigne, gloria del patetismo a la venezolana, no debía faltar en este blog. Y es verdad. Sin ese sujeto, este depósito de seres y canciones olvidables (algunas de ellas injustamente) estaría incompleto. Sobre todo para quienes quieren verlo (oírlo) como un tobogán hacia la depresión. De modo que este es un candidato de primera para el Campeonato Mundial de Cursilería, cuyos resultados iré adelantando a medida que ustedes vayan oyendo las piezas y engordando la estadísticas de cada una.
Aquí van entonces dos de las declamaciones del recordado Tovar. Una de ellas fue enviada por el hermano Artigas. Se llama Santo Domingo, y más vale que los hermanos dominicanos no consideren esto un agravio de Venezuela contra el nombre de su patria. Para no quedarme atrás, le sumo a esa tortura otra más horrísona todavía: se llama Desiderata, y viene a ser algo así como los consejos para la vida a un niño con retraso severo, formulados por un padre más retrasado aun que el propio muchacho. No se podía esperar otra cosa del "poema", el cual fue escrito por un caballero que aparte de alemán era filósofo y abogado. Se llamaba Max Ehrmann, dicen sus numerosos seudobiógrafos en internet. Hay uno en particular que les recomiendo, para que lloren un rato. Pulsen aquí, lean, vean y escuchen.
Es, en dos palabras, impre-sionante.

Desiderata(*):


(*)= Un usuario anónimo ha advertido en la sección Comentarios que esta versión de Desiderata no corresponde a Luis Gerardo Tovar sino al mexicano Jorge Lavat; hecha la averiguación, precisamos que está en lo correcto. Gracias al amigo invisible por la corrección.

06 agosto 2006

Aldemaro Romero y su Onda Nueva - Carretera / De Repente

En busca de soluciones al lío que ya saben, encontré una que no me desagrada en lo absoluto: registré un podcast. El nombre me parecía enrevesado y esotérico, pero al final resultó que la cosa es como montar un blog. Cada "post" es aquí un "capítulo", y en cada capítulo va una canción. He decidido entonces meter allá las piezas que no incluya aquí por razones de espacio, con lo cual voy preparando el terreno para liquidar este blog cuando ya no sea posible incluir más, y acostumbrarme a la idea del podcast como nueva herramienta para almacenar recuerdos. Ventaja principalísima: su capacidad es inmensa, una grosería así como de 500 Mb.
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Aldemaro Romero marcó buena parte de nuestros años 70. Entre otras cosas, le debe nuestra música unas composiciones de colección como El Catire, mismo que fue versionado por Tito Puente. Para quien lo la recuerde por su nombre (perdonen los no venezolanos, pero este es un chiste local): era aquella pieza cuyos acordes iniciales eran la música institucional del Consejo Supremo Electoral, aquella donde salía un Eliseo Perera señalando a la pantalla con el dedo índice y advirtiéndoles a los votantes: "No habrá prórroga".
La hazaña fundamental de Aldemaro Romero, al menos en ésta su faceta de hacedor de música popular, fue el haber confeccionado un muy extraño y ágil ritmo urbano con base rítmica de joropo, en la cual la vanguardia la toma un toque de batería inconfundible: El Pavo Frank Hernández dotó a ese ritmo de su impronta y su energía personales. Onda Nueva se llamó entonces el grupo que interpretaba aquellas canciones tan caraqueñas, y también, por extensión, su ritmo característico.
Van aquí abajo: Carretera, una canción que remueve fibras interiores profundas, con su magia evocativa; y De Repente, en la voz de María Teresa Chacín, una de las intérpretes consentidas de Aldemaro. Esta versión no es con el grupo de este último, pero sigue siendo Onda Nueva.
Pueden escuchar también El Catire y Tonta, Gafa y Boba en el podcast Viaje a la memoria. Pulse aquí y láncese.

Carretera:

05 agosto 2006

Complaciendo Peticiones (V)

Acá les traigo a Do Wa Nanny, pieza que el Willy dice que no escucha desde que se embotaba de marihuana, hace más de dos décadas. La interpretaba un tal Exuma, bahameño para más señas, así que más atípico, imposible. Mi hermana Lucila tiene también rato pidiéndome El Caminante, del Dueto Criollísimo, y aquí la pongo. Ambas se las debemos al Negro Artigas, un sujeto que se ha convertido en mi surtidor habitual de canciones desaparecidas. Como comprenderán, yo en mi vocación de arqueólogo del sonido apenas utilizo pico, pala y escardilla, pero este señor parece que tiene una perforadora de pozos petroleros, porque consigue cada momia, hermanos...
También traigo a la superficie a Pekos Kanvas, candidato que el pana Joaquín propone para el Campeonato Mundial de Cursilería. Lo lanzo aquí con uno de sus clásicos: Oh, cuánto te amo. Del título deducirán ustedes por qué el amigo bloguero lo postula con tanto entusiasmo.

Oh, Cuánto te amo