Anoche me acosté soñando con ángeles; seguramente fue la sobredosis de ponche-crema, bebida que no escanciaba desde hacía décadas.
Yo no creo en esas entidades (los ángeles y el ponche-crema), pero hay gente que sí. Además, hoy es el último día del año 2007 y uno puede tomarse algunas licencias. Por ejemplo, despedir el año con una gringada insufrible del grupo Tavares, aquella gente que llenó los años 70 de aportes al disco music.
Mejor nos sinceramos. La canción es hermosa, me gustó desde niño (y luego, cuando supe qué decía el título, me gustó más), contiene unos arreglos vocales de alta factura y su estribillo contiene un piropo que vale la pena decirles a las chicas de vez en cuando: Vergación, ¿qué pasará en el cielo que se están cayendo los ángeles?, o su versión tropicalizada: El cielo debe haber perdido un ángel. En cualquiera de los casos la nena aludida pensará que uno es un imbécil.
Aquí abajo tienen para que escuchen o bajen una versión remasterizada del clásico, y más abajo un video bastante innoble de los tipos cantando y bailando la original.
Feliz año nuevo a todos, y a vacilarse el requiebro de los ángeles:
Y el video: