Menudo trabajo les ha correspondido a quienes, en distintas épocas, han recopilado lo mejor del cancionero colombiano. Al respecto tengo unas pocas certezas, y una de ellas es que en ninguna recopilación debe faltar esta misteriosa lírica, esta melodía que trae resonancias marinas.
Muchos intérpretes han versionado esta joya del siglo XX, autoría de Rafael Campos Miranda. Tengo sobre esto otra certeza (muy personal, y por lo tanto discutible y hasta rebatible): nadie la ha interpretado con más amor por el terruño, con más entrega y más pasión colombiana que Noel Petro, de quien ya incluí antes otras piezas. Estamos hablando de un país exportador de nostalgia, y El Burro Mocho en eso es maestro entre los maestros. Escucharán aquí unos arreglos de requinto, mis hermanos, una combinación alucinante de picardía con embeleso...
Agradezco al hermano Helberth Puerta el envío de la misma. Un regalo maravilloso para alguien que no escuchaba esta versión desde hacía dos décadas y más.
Así que a escucharla. Esto es poesía:
Muchos intérpretes han versionado esta joya del siglo XX, autoría de Rafael Campos Miranda. Tengo sobre esto otra certeza (muy personal, y por lo tanto discutible y hasta rebatible): nadie la ha interpretado con más amor por el terruño, con más entrega y más pasión colombiana que Noel Petro, de quien ya incluí antes otras piezas. Estamos hablando de un país exportador de nostalgia, y El Burro Mocho en eso es maestro entre los maestros. Escucharán aquí unos arreglos de requinto, mis hermanos, una combinación alucinante de picardía con embeleso...
Agradezco al hermano Helberth Puerta el envío de la misma. Un regalo maravilloso para alguien que no escuchaba esta versión desde hacía dos décadas y más.
Así que a escucharla. Esto es poesía: