
Cuando los amigos colaboradores se sueltan a enviar cosas raras para que las incluya en este blog, pues las mandan raras-raras de verdad. La rareza de esta en particular (cortesía de
Luis Guerrero) no reside en su clandestinidad, ya que se trata de un clásico de los años 70, sino en su instrumentación, en su carácter de reliquia tecnológica:
La Guerra de los Dioses (
War of the Gods) arrancó en su momento expresiones de asombro, porque su factura tecnológica era de avanzada. Nadie o casi nadie podía explicarse cómo alguien podía hacer música con esos sonidos mitad electrónicos, mitad intestinales.
Además, el LSD estaba poniéndose así como de moda y parece que las reverberaciones, regorgallas, volutas y retromiaos que prefigura el teclado simulan muy bien el efecto del ácido lisérgico. Entre los jóvenes de ciertos sectores, apartarse de la sicodelia era no estar en nada, así que a quien fuera muy cobarde o muy pobre para meterse un pase de eso le quedaba el consuelo de ennotarse con la pieza del Billy Paul.
Y bien, a escucharla y/o descargarla: